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Galletas galesas

Hace ya muchos años, en la época en que Gales era uno de los mayores productores de carbón, los hombres eran los encargados de trabajar en las minas mientras que las mujeres se quedaban en casa cocinando para sus familias. Uno de los postres más populares que se preparaban eran las galletas galesas (Welsh Cakes), unos pequeños pasteles aplanados y dulces parecidos a los panecillos. El motivo por el que triunfaban tanto se debía a su simple pero sabrosa receta, además de que los mineros podían llevarlos en sus bolsillos sin problema. También se tomaban a la hora del té y se daban a los niños para sus almuerzos escolares.

Las galletas galesas, también llamadas galletas hechas al horno ya que tradicionalmente se cocinaban en un horno de piedra, se pueden preparar hoy en día en una sartén o plancha antiadherente, aunque aún son muchos los que optan por utilizar ollas o sartenes de hierro fundido para mantener ese sabor original.

En honor al día del patrón de Gales, San David, el 1 de marzo, hemos pensado en enseñarte cómo preparar tus galletas galesas caseras. Si nunca las has probado, ¡no sabes lo que te pierdes! Disfrútalas junto a una taza de té o tu bebida caliente favorita.  

Ingredientes

  • 225 g de harina de trigo
  • 85 g de azúcar glas
  • Media cucharada de una mezcla de especias que lleve: canela y cilantro molido en su mayor parte, una pizca de comino, nuez moscada y jengibre
  • Media cucharadita de levadura en polvo
  • 50 g de mantequilla
  • 50 g de manteca, cortada en cubitos, más otro poco extra para engrasar
  • 50 g de pasas
  • 1 huevo grande batido
  • Un chorrito de leche

Instrucciones

1. En un mismo bol, pon la harina, el azúcar, la mezcla de especias y la levadura. Echa una pizca de sal y mezcla bien todos los ingredientes.

2. Añade la manteca y la mantequilla a la mezcla y, con ayuda de tus manos, mezcla todo bien hasta que pueda desmenuzarse fácilmente.

3. Añade las pasas y mezcla todo bien.

4. Vierte el huevo en el bol de la mezcla y remueve todo hasta que coja una consistencia blanda. Si la consistencia es dura, añádele un chorro de leche.

5. En la superficie que vaya a trabajar, espolvoree un poco de harina y extienda la masa con ayuda de un rodillo, dejando que tenga 1 cm de grosor aproximadamente.

6. Con ayuda de un cortador de galletas redondo de unos 6 centímetros, vaya cortando la masa. Con los trozos que sobren, vuelva a juntarla y extenderla para cortar más galletas.

7. Con un poco de manteca, engrase la sartén/olla/plancha y deje que se caliente a una temperatura media.

8. En tandas de 3 minutos, vaya cocinando las galletas vuelta y vuelta hasta que estén doradas.

Sírvalo caliente con un poco de mantequilla y mermelada o azúcar glas espolvoreado.


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